42
Corazón funámbulo,
sin red y sin aurícula.
No quiero la luz que indica tierra,
quiero ser un mar acomplejado de su profundo llanto.
Alma anudada a un anclaje,
que es corolario de su angustiada mirada.
Tristeza vacía,
sin temor, ni valentía.
Nada en su reverso,
nada en su contenido vómito.
Llanto,
sólo llanto.
- M
Entre azules, grises y curvas de todo tipo sigo a borbotones,
despacio, seguro, donde cada paso me dirige hacia mi invención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario